Chateando con extraños




Daniela se había quedado sola nuevamente con su profesor quien además de enseñarle materias escolares la educaba en el arte sexual.

Esa tarde Daniela estaba estrenando una nueva portátil que su madre le había regalado por su cumpleaños, al llegar su profesor ella fue corriendo a cubrirle los ojos mientras su madre, quien conocía el cariño del profesor con su hija, acercaba un plato con alimentos a la mesa ya que era tratado como un miembro de la familia, su padre ya no había vuelto a casa y el profesor la hacia a veces del hombre de ese hogar, siendo amante de la madre y de la hija.

Vacilando la chica mostró el ordenador portátil y lo acompañó a la mesa, manteniendo el rol que toda mujer tiene en el hogar, mientras su madre se despedía de abrazo de aquel querido profesor y besó la cabeza de su hija. Regresaba al horario vespertino del trabajo, segura que aquel hombre cuidaría de ella, y esperando el fin de semana para desayunar con el en el hotel local.

La plática durante la comida fue sobre temas superfluos de compañeras y viajes, al terminar ella fregó los platos y ambos se sentaron frente al portátil.

¿Y bien que me vas a enseñar hoy? Preguntaba mientras jugaba con su lengua, la semana anterior ella había aprendido en arte de dar una buena mamada y satisfacer oralmente a su pareja, el profesor se quedó pensativo y recordó la nueva moda de aquella época, tener un vídeo chat con extraños.

Sitios web como omegle y ruleta chat eran muy populares para experimentar y exhibirse, le comentó la idea y la mente de ella comenzó a fantasear. Extraños mirándola.

Desde niña había sido muy sexual, le gustaba seducir a loa mayores, ya sea con algún abrazo o siendo bonita para que todos la miraran y desearan a su nivel. Esa fantasía de ser deseada la excitaba de sobremanera.

El profesor accedió al sitio y la cámara se encendió, en cuestión de segundos otra chica de aspecto asiático le saludaba, ellos se colocaron en un sillón que no mostraba más nada más.

Comenzar a escribir fue fácil pero nadie quería leer, la mayoría quería ver sexo intenso y eso lo comprendieron pues al estar "saltando" a visitantes apareció una pareja con un antifaz. La chica estaba sobre el hombre cabalgando y gimiendo sin descaro, mientras el resistía aquella violenta montada.

La expresión de Daniela se iluminó al ver en tiempo real a dos extraños teniendo sexo intenso sin descaro, era diferente al tipo de porno que veía ella por las noches en su recámara antes de terminar en el sanitario mojada de placer. Era algo nuevo, así que recordó su fantasía, se levantó y fue a su habitación. Regreso con dos antifaces junto con unas mallas que ella había comprado a escondidas de su madre. Se desnudo frente a su profesor y se colocó un vestido muy ajustado.

Daniela había cambiado y estaba viviendo su fantasía junto al hombre con quien había perdido su virginidad. Encendieron la cámara y apareció un grupo de chicos de la misma edad en un cuarto oscuro, no lo pensó más Daniela y comenzó a desnudarse frente a la cámara, mientras observaba la cara desorbitada de aquellos chicos que la observaban en silencio. Totalmente desnuda comenzó a chuparsela a su profesor como el se lo había enseñado.

Para entonces el profesor presentaba una ereccion que nunca había tenido, debido al nivel de excitación y temor a que su madre llegará antes de tiempo. Así que cambio de visitante.

Ahora era una chica a quien le enseñaba las tetas, comenzó a seducirla y cambió, empezó a seducir extraños mientras dentro de ella sentía todo el trozo de carne de su profesor quien suspiraba ante cualquier contracción de su estrecha vagina.

Fue entonces que volvió a dar con la pareja que estaba buscando, les coloco un rostro feliz y ellos les respondieron, eran italianos así que mediante señas pudieron realizar un "cuarteto" digital.

No tardó mucho en profesor en eyacular, manchando su espalda y parte del suelo. A los pocos segundos se reincorpora su miembro para continuar la faena.

Así transcurrió esa tarde en donde fueron tantas las veces que terminó Daniela que jamás había tenido algo así. Limpiaron el espacio cerca del horario de regreso de la madre y al llegar, ambos estaban terminado las tutorías privadas.

El profesor recibió su pago en efectivo, mientras que en el pórtico la madre de Daniela devoraba como loca su enorme miembro, que después de aquella batalla se mantenía rígido para el combate, un par de minutos y la estaba penetrando.

Daniela por su parte estaba tomando una ducha con los labios hinchados y la satisfacción de haber disfrutado su regalo de cumpleaños. Los videochats se repitieron hasta que un día apareció su madre en un vídeo chat pero no los reconoció.

La madre también disfrutaba de sus tardes de "trabajo" pero no en la oficina.

Daniela continuo seduciendo hombres hasta que consiguió el adecuado, mientras que el profesor tiene el gusto de compartirles éste relato.

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